EL RINCÓN DE ALICIA

Hola a todos!

 

Me llamo Alicia, pero mucha gente  me llama alioli.

 

Siempre me ha gustado la literatura y escribir, he hecho talleres de microrrelatos y los continuaré cuando pueda, y también me flipa el deporte y, en concreto, el mundo del fitness, ya que desde que me apunté al gimnasio hace cuatro años no he parado de entrenar aunque desde hace un año, con el covid, lo hago en mi casa con los materiales que he comprado. Para mí escribir y entrenar son una desconexión y liberación increíbles y me encanta hacerlo.

Tras cuatro años de carrera como, por fin, filóloga inglesa, me decidí a cursar el Máster que tanto miedo y, a la vez, ganas, tenía de realizar. Miedo porque es normal tenerle miedo a algo que nunca antes has hecho, dar clases en un colegio delante de veinte adolescentes que te miran expectantes y , sí, lo reconozco, he sido profesora particular, pero aun así a todos nos cuesta salir de nuestra zona de confort. 

Cuando me comunicaron que estaba admitida en el Máster sentí una ilusión que no me imaginaba experimentar, debido a que por fin la probabilidad se hacía latente y podría, en menos de un año, ser lo que siempre había querido, profesora de inglés.

Tengo 21 años, pero este viernes hago 22 (aunque no me lo creo, la verdad, porque aparento muchos menos), y desde los 17 he dado clases a niños, adolescentes e incluso adultos, me decidí a hacerlo cuando quise compaginar mis estudios universitarios con algo que me generase algún ingreso pero, lo que no sabía y sabría mucho más tarde, era que esas clases particulares me estaban acercando, lenta pero inexorablemente, a mi destino: este Máster. 

Realmente muchas veces me pregunto dónde estaré dentro de dos años, o de cinco, y la mayoría de esas veces me visualizo a mí misma en el aula, escribiendo en la pizarra mientras sonrío, tanto en la realidad como en mi pensamiento. Es cierto que muchas veces la necesidad de autoexigencia nos impide realizar lo que realmente queremos, pero mi consejo es que si quieres, puedes, y eso es algo que he visto en mí misma en repetidas ocasiones. 

He estado en Irlanda, y para mí fue una oportunidad única, como estudiante Erasmus, de aprovechar y exprimir todos aquellos conocimientos que no podía aprender aquí, en Valladolid, asignaturas que no incluía mi grado y que me apasionan desde que era pequeña, como la Historia del Arte o la Arqueología Irlandesa.

No me enrollo más, sólo quería añadir que espero que este viaje continúe y, que quién sabe a dónde nos puede llevar a cada uno!